Desde niño le han
inculcado el buen hábito de ahorro. Siempre ahorraba algo, para que no le falte
en el futuro. Cuidaba los juguetes, ahorraba dulces, galletas. Así iba
creciendo sin dejar de ahorrar. Claro con el tiempo cambiaron cosas que
ahorraba. Y todo parecía perfecto, hasta que sus amigos le empezaron a invitar
a salir de vacaciones. Les agradecía amablemente diciendo, que en este año no
que está ahorrando para el otro. Ni su novia le consiguió sacar una declaración
de amor total, pues decía que la ama, pero más tarde la amará más, que este
amor que le tiene guarda para después. Siempre lo que vivía hoy parecía pequeño
comparando con lo que va a vivir mañana, o en un después sin precisar. Así
pasaba su vida ahorrando las fuerzas, las alegrías, el amor. Todo para más
tarde. Hasta que llegó la muerte y se dio cuenta, que tenía ahorrada mucha vida
sin haberla vivido y amor sin haber amado. Y también una linda colección de los después y
mañanas sin haberlos usado.
Feliz Miércoles de
constante Ahora.
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