Al
principio, cuando se repartían las cosas recién creadas, la
Juventud caía como la lluvia. Algunos mojaron con ella su piel y
luego se escondieron. Otros la tomaron a tragos, y mojaron con ella
todo su interior, incluido el corazón. Los que mojaron su piel, se
dieron cuenta, que con el paso del tiempo se les secó la juventud.
Mucho más con algunas fricciones propias de la vida. Los que
empaparon con la juventud el corazón, se dieron cuenta, que con la
sangre, la juventud fue bombeada a todo su cuerpo, convirtiéndose en
la savia que alimenta toda su vida.
Feliz
Sábado, El Día de la Juventud y Primavera en Paraguay
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