martes, 14 de junio de 2016

Abriendo los portones...

Los portones de su casa se trabaron, las rueditas no daban vueltas y con mucha dificultad se deslizaban arrastradas por sus respectivos rieles. Eso prácticamente impedía acceso a su casa. Con dificultad podía entrar y salir. Urgía una profunda limpieza y algo de lubricante. Por suerte. sin grandes problemas se pudo arreglar. El portón que se abría con facilidad no solo se abría al espacio exterior, sino también a la vida al mundo. A veces necesitas abrir algo tu espacio, abrir tu mundo. La confianza, las ganas de saber más, de conocer más, son el mejor lubricante. Se necesita un poco de limpieza, quitar algo de prejuicios, miedos y resistencias. Solo el mutuo intercambio nos abre al mundo. No te cierres ni en ti mismo, ni en tu propio mundo. Poco ganas y demasiado pierdes. Un portón que se abre y cierra con facilidad, te permite poner límites que te aseguren algo de privacidad, confort, intimidad y seguridad que cada ser humano necesita.
Feliz martes de arreglar “los portones”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario