Vivía rodeado de árboles frutales
y casi nunca tomaba el jugo natural de fruta. Cuestionado sobre el
asunto respondía: que en tenía tiempo para hacer jugos, que le
faltaban elementos, que esa no era la fruta tan rica y dulce como
algunos piensan y que la gaseosa es barata y muy rica y si ya está
hecha para que hacer jugos. Poco convincentes sus justificaciones
repetidas un sinnúmero de veces, para él se volvieron verdades. Lo
que pasa que no solo no probaba las ricas frutas tampoco alcanzaba
ser feliz rodeado de todo lo que necesitaba para serlo. Cuestionado
por que no se siente feliz repetía casi los mismos argumentos que
cuando hablaba sobre jugos y frutas. Que tiene tantas cosas que
hacer, que nunca tiene tiempo, que le falta eso o aquello. Aspiraba
comprar la felicidad hecha, envasada, a bajo precio, poco nutritiva y
desechable, como una gaseosa. En la vida no es suficiente rodearse de
cosas útiles y necesarias, hay que saber sacarles máximo provecho.
Si quieres que algo sea realmente tuyo y a tu medida, hazlo tú
mismo.
Feliz sábado de aprovechar lo que
tenemos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario