Tía Chencha en su casa preparaba
tortas y hacía ricas infusiones. La visitaban muchos familiares y
amigos. Para cada persona tenía algo rico, con sus postres era capaz
quitar algo de la amargura de la vida. Con el tiempo corrió la voz
que tía Chencha hace magia, que para todos los males tiene
soluciones. Tampoco era así la gente siempre exagera. Lo que si era
cierto, que entre palabras, hierbas, postres e infusiones, tía
Chencha repartía seguridades. No eran pólizas de seguros, ni
seguridad privada ni nada por el estilo. La gente que visitaba a la
tía salía de su casa con la seguridad, que podrán vencer, cada uno
de ellos sus respectivas dificultades. La seguridad, que la tristeza
tiene sus límites así como la mala suerte y de que el amor, la
confianza, la amistad y honestidad, existen a pesar de miles de
traiciones. Daba gusto pasar por su casa. Hoy tomando una infusión,
un postre regresa el recuerdo de tía Chencha y a pesar de todos los
golpes de la vida regresan las seguridades. Un buen té, café,
infusión, mate, tomado pausadamente, hace magia, devuelve las
seguridades. Disfrútalo.
Feliz sábado de seguridades.

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