jueves, 2 de junio de 2016

Descubriendo lo extraordinario

Manuela buscaba en su vida algo extraordinario, no querría una vida mediocre. Por más que se esforzaba no lo encontraba. El camino que estaba recorriendo en nada se parecía a una pasarela. Lo que iluminaba sus pasos no eran flashes de los paparazzi, sino una simple luz del sol. No hubo, ni fuegos artificiales, ni flores, ni violines que tocaran en el fondo una música romántica. Todo tan absolutamente ordinario que sorprendía mucho. Ella presentía algo, que lo que es verdaderamente extraordinario anda revestido con ropas comunes. Su descubrimiento está reservado para los atentos, los que se dan tiempo para ver y sentir, los pacíficos, los sensibles. Lo extravagante, ruidoso y vistoso, intenta llamar la atención, hacerse pasar por extraordinario pero no llega ser más que superficial. Pon más atención, date más tiempo y verás que extraordinaria es tu vida.
Feliz jueves de descubrir lo extraordinario.

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