Estaba tan pendiente de la ayuda de los demás, que
se ha olvidado que ella misma podía hacer muchas cosas. La respuesta que
esperaba de otros la tenía en su propio corazón. Lo que pasa es que los seres
humanos nos acostumbramos de depender de otros. Es cierto que no todo podemos
solo y somos parte de una comunidad, de una sociedad, pero eso a veces nos hace
medio perezosos y sirve de justificación barata. Un “no sé”, “no puedo” me
sirve como respuesta y después de ella no tengo que hacer nada. Un “si puedo”,
“yo sé” me compromete a un esfuerzo de buscar las soluciones, hacerse
responsable, implica varios intentos hasta solucionar el problema, dar la
respuesta satisfactoria. Sabemos y podemos más de lo que nos imaginamos, solo
que el miedo, la vergüenza, la inseguridad y falta de fe, nos hacen una mala
jugada. Renunciamos los intentos y entregamos nuestra independencia y felicidad
en manos de los demás dependiendo de buena disposición, pero también de sus
caprichos. Intenta, no tengas miedo.
Feliz domingo de dar la respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario