Últimamente se le notaba muy callado,
algo cabizbajo. Él que antes era tan hablador, tan risueño y
ruidoso. Tenía atado dentro unos silencios. Amarrados muy fuerte,
que era imposible librar sin palabras llaves de cariño capaces
desatar cada atadura. Que ahí dentro tenía atadas muchas palabras
lo ayudaba a descubrir el vino. El vino tiene una misteriosa
capacidad de desatar a los hombres por dentro y liberar sus palabras.
No es bueno dejar las palabras dentro porque se hinchan, y a veces
hasta pueden oprimir el pecho y dificultar la respiración. También
se atoran en la garganta y duelen más de lo normal. Se atento a los
que de repente desatan sus palabras y sacan a fuera, aunque puede ser
que lo hagan en momentos poco oportunos. El muy importante saber lo
que cierran dentro. Encontrar palabras claves que abran los
compartimentos del alma y liberen las palabras llenas de
sentimientos.
Feliz miércoles de palabras liberadas.
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