jueves, 5 de octubre de 2017

Para que no se olvide...

El abuelo a la sombra de su árbol preferido mirando el horizonte se emocionaba. Daba las gracias por lo que ha vivido. Sus ojos no solo veían cosas sino también historias que estaban detrás de cada cosa. Por eso a veces tanta emoción en su voz y las historias que repetía una y otra vez. Los nietos lo acusaban de falta de memoria, él memoria si tenía pero tenía la impresión de que eran sus nietos que carecían de ella, porque para saber algo siempre miraban pantallas de sus aparatos. Muchas personas que él recordaba ya no se veían por aquí aunque las cosas que han hecho seguían firmes de pie sirviendo a las siguientes generaciones. Él quería que no se olviden las personas que están detrás de ellas, para que la gente valore más todo su trabajo, su sacrificio y generosidad. Porque lo que hacemos muchas veces en sus efectos en sus consecuencias supera el alcance de nuestras propias vidas. Si lo hacemos bien, nos beneficia si lo hacemos mal nos perjudica. Valora más las cosas y a través de ellas a las personas que las han hecho porque haciéndolas han gastado su vida. 

Feliz jueves de agradecimiento.

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