domingo, 1 de octubre de 2017

Sin muchas palabras

No era de los que hacían grandes declaraciones y promesas. Algunos de su familia lo criticaban que no tiene ambiciones, que no lucha para posicionarse mejor en la vida. Ambiciones si tenía pero no eran vinculados a los puestos que aspiraba ocupar sino a la calidad y solidez de las cosas que hacía. Para él lo que otros llamaban el éxito era la suma de las cosas que hacía bien y haber hecho bien normalmente no tenía que volver ocuparse de ellas y podía ocuparse de otras. Cada paso, cada cosa bien hecha significaba el avance, otro nivel de compromiso de conciencia. No le gustaba mucho ruido de las declaraciones huecas, que impresionan e ilusionan al principio y dejan mal después cundo se descubre que no eran más que palabras. Trata de hacer bien las cosas pequeñas serán mucho más eficaces que las palabras grandes. 

Feliz domingo sin promesas falsas.

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