Eran muchas las veces que les ha fallado y ya no
tenía la cara de pedirles una nueva oportunidad. Se hacía la ilusión de que
esta vez va a tener el éxito que esperaba. Era muy poco probable que este éxito
ocurriera, si él siempre empieza de la misma manera. Daba los mismos pasos
hasta el agotamiento de sus ganas, fuerzas, fe e ilusiones, lo que
irremediablemente lo llevaba al abandono. Cada abandono llevaba en sí, una
carga pesada de desanimo y algo de vergüenza. Tal vez para no repetir el mismo
esquema sería bueno averiguar antes en qué lugar concreto, en qué
circunstancias puntuales uno se encuentra. Siempre ahí está escondido u ocurre
algo que toma fuerza e impide el llegar al objetivo. Si las condiciones no
cambian y un camino no lleva al objetivo, no llevará a él, aunque probemos mil
veces. Si las circunstancias cambian, podemos intentar una vez más si no hay
éxito hay que modificar el recorrido. Una mismo esquema que se repite en el
ámbito de negocios, adicciones, relaciones, y hasta en practicar el deporte.
Feliz jueves de intentos e inicios.
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