domingo, 14 de agosto de 2016

Juntos y en paz

Algo suave envolvía su cuerpo los domingos por la mañana, era algo más que un hermoso juego de sabanas de una tela suave. Era la perezosa y pacifica seguridad que este domingo lo pasaran juntos en familia. Que no habrá ningún trabajo, compromiso, reunión que se imponga entre ellos. Suficiente para sentir esta paz que invade el cuerpo. Hace que las prisas desaparecen y que las palabras puedan fluir libremente, haciendo de los largos silencios parte de la conversación. Desde el amanecer todo es posible empujado por el cariño que sienten, multiplicado por el numero de miembros de la familia. Lo que las prisas de la semana pudieron lastimar el domingo es capaz de curar. Aprovéchalo desde amanecer.
Feliz domingo de perezosa paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario