Todos los días estaba atrapado
entre los noticieros que seguía con profunda devoción. Era su
fuente de la información sobre el mundo que lo rodea. Las
conversaciones con los amigos lo distraían. Cayó en una telaraña
que lo tenía atrapado en su red. No se podía liberar de ella. La
pantalla alimentaba sus miedos, manipulaba sus gustos y necesidades.
La pantalla le permitía ver todo menos su propia realidad. Una
abrupta descomposición de su televisor lo encontró sumergido en una
realidad virtual lejos de lo que tenía frente a sus narices. Solo
abandonado por los que estaban cerca desconfiando de todos se dio
cuenta de que la tele araña. Araña su alma y su espíritu robaba su
paz y le ofrecía una alegría postiza que duraba el mismo tiempo que
una imagen en la pantalla. Infórmate sobre lo que pasa en el mundo
es importante, pero no te dejes atrapar en la telaraña, que la tele
no te arañe ni manipule tu percepción del mundo en que vives, que
no te envenene y no te haga desconfiar de todo y de todos. Se libre y
hazte tu propia opinión.
Feliz lunes de libertad.

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